Dijiste que me llamarías
y te estuve esperando,
recorrí sin cesar el perfil del teléfono,
testigo mudo y escandaloso
de tu extraño silencio.
Además del teléfono,
de las ásperas horas
de este tiempo muerto,
no he vivido en este día
ni más penas, ni menos gozos
que pensar que volverías,
como el marrón de otoño,
para enjugarme con tu sonrisa.
He escuchado como decías
que también hoy me llamarías,
y yo voy a esperarte,
como ayer, como mañana o cualquier otro día,
mientras que no se pierda, por costumbre,
el hábito de quedar vacía.
29/9/2003
9.4.07
Me llamarías
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4 comentarios:
Es doloroso para el que espera (despesperado/a) Es una manera cortés de salvar las formas al decir adios. El eufemismo: "te llamaré". Pero ocurre, a todos, todos los días.
Me asomo de vez en cuando por tu cuaderno. Caramba, qué cuaderno! Sabe a poco. Deja con ganas de más.
Que hayas dejado una nota bajo uno de mis poemas me llena de satisfación.
Permíteme que sea agradecida.
En tu blog siento que eres más artista.
No es cierto lo que dices, pero te lo agradezco mucho, mucho, de verdad. Escribe más o cuelga más entre todo lo que, seguro, tienes escrito.
He intentado entrar en tu blog y me dice que sólo es para usuarios invitados.
¡Qué pena!
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